Existe en la actualidad un gran número de infusiones, es decir, bebidas realizadas a base de hierbas y agua, y de plantas aromáticas cuyas capacidades medicinales y contribución al buen funcionamiento del organismo están demostradas. Lo cierto es que, hoy en día, no es muy frecuente recurrir a ellas, ya que lo más común es decantarse por las bebidas con gas, el café o los zumos.
Así, sólo se conocen las usadas con mayor frecuencia como el té, la manzanilla, la hierbabuena o la tila. Sin embargo, hay que tener en cuenta que las infusiones constituyen una alternativa agradable, ya que en invierno se pueden tomar calientes y en verano algunas de ellas pueden funcionar como un perfecto refrigerio, añadiendo a ello la acción medicinal.
El colocar hierbas o sus partes en agua caliente para producir infusiones es la manera más común de acceso a las plantas medicinales, las cuales, de acuerdo con estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) reveladas en 1999, son utilizadas por 80% de la población mundial para satisfacer o complementar sus necesidades de salud.
Incluso para muchos médicos es común que, en el momento en que recetan un medicamento, sus pacientes les pregunten si hay alguna alternativa natural para tratar la enfermedad; el hecho no es de extrañar si partimos de que el uso de plantas medicinales es una costumbre histórica de la humanidad y en particular de la población mexicana, que ha desarrollado una de las herbolarias más complejas del mundo, tanto porque su práctica se remonta a varios siglos antes de la conquista como por la gran diversidad de plantas de que dispone.
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